¿Un mundo en contra de los no vacunados? Aumentan las medidas extremas
Incluso países con buenas coberturas de vacunación presentan aumento de casos. Lo que sí ha disminuido es la tasa de letalidad a nivel mundial.
Desde el próximo 8 de diciembre en Singapur, los pacientes enfermos de covid-19 que no se hayan vacunado por decisión propia deberán pagar su tratamiento. Eso pese a que más del 85 % de la población ha completado la inmunización. Y en Austria, quienes no se hayan aplicado la vacuna, que es el 35 % de la población, deberán quedarse en casa: hay confinamiento exclusivo para ellos.
Incluso hay más medidas extremas, que recuerdan a los primeros momentos del covid: en Irlanda, aunque el país tiene una de las tasas de vacunación más altas de Europa (un poco más del 89 % de su población mayor de 12 años está vacunada), este martes el Gobierno anunció que, debido a la nueva ola de casos, regresará el toque de queda nocturno.PUBLICIDAD
¿Y esto por qué? Si bien las cifras ayudaban a pensar que la normalidad se acercaba y muchos países habían vuelto a reactivar la vida social, desde mediados de octubre hasta la fecha el mundo entero se acerca a un cuarto pico de contagios de covid-19.
Y no es solo un país, o dos, el mundo entero. Los registros a nivel global crecen, aunque tímidamente: los casos nuevos han aumentado cada semana un 3, 4, 6, 7 y 9 %. De ahí las medidas extremas, la idea es reducir riesgos y motivar la vacunación entre sus habitantes.
Alemania, por ejemplo, está preocupado. En el repunte de contagios que vive Europa, atraviesa un aumento de nuevos casos diarios que han alarmado a las autoridades. Como una situación “dramática” calificó la canciller del país, Ángela Merkel, la cuarta ola en la que se adentran. Pasaron en cuatro días de 19.203 casos nuevos diarios a 68.366, el miércoles.
Es una cifra récord a la que no habían llegado hasta ahora, y que contrasta con lo vivido en junio, tras la segunda ola: llegaron a un mínimo de un poco más de 300 casos diarios. Este aumento, por proporción, trae más muertes. El martes alcanzaron las 292 por día, cuando en agosto llegaron a registrar cero.
El gobierno comenzó a enviar pacientes covid a hospitales internacionales porque sus Unidades de Cuidados Intensivos no dan abasto debido a la falta de personal. De ahí que el Parlamento y los habitantes en general empezarán la implementación de nuevas medidas que estarán sobre todo dirigidas hacia las personas no vacunadas.
Están, por ejemplo, que las empresas exijan a sus empleados credenciales de vacunación y a quienes no las tengan podrían retirarles parte del sueldo. Así mismo, el certificado de vacunación sería necesario para utilizar el transporte público. Hasta la fecha el país se mantiene en un estancamiento de su cobertura: poco más del 67 % de su población ha completado el esquema de inmunización.
“Estamos en una situación muy serie. Muchas de las medidas que ahora son necesarias no lo serían si hubiera más gente vacunada. Y no es demasiado tarde para vacunarse ahora”, señaló Merkel.
Un poquito normal
¿Qué hay detrás del aumento de los casos? En primer lugar, y aunque no sea el panorama ideal, es un hecho que puede considerarse “normal”, compatible con la dinámica cíclica de una pandemia, explica Andrea Ramírez, epidemióloga y docente de la Universidad de los Andes. “De hecho, hasta que no esté casi todo el mundo vacunado o con inmunidad por infección pueden seguir apareciendo brotes”.
No es un panorama ideal porque, por proporción, si aumentan los casos, aumenta también la probabilidad de que más personas fallezcan a causa del virus. Sin embargo, observe los gráficos que acompañan esta nota: la letalidad del SARS-CoV-2 a nivel mundial ha bajado con el paso del tiempo, pese a que no han dejado de registrarse nuevos de forma exponencial.
La letalidad (reflejada en el gráfico) es la cantidad de personas, entre las diagnosticadas con covid, que fallecen, un concepto distinto al de mortalidad que se calcula en relación con toda la población (infectada y no infectada).
El matiz entre ambos conceptos es clave porque ayuda a entender el panorama. “A pesar de que la letalidad del virus baje, si no disminuye el número de contagios, la mortalidad seguirá siendo importante”, explica Óscar Eduardo Gómez, epidemiólogo y docente de la Pontificia Universidad Javeriana.
¡A vacunarse!
Si bien la situación epidemiológica de cada país es particular y casi incomparable con la de otros (porque difieren asuntos culturales, sistemas de salud, política, etc) es posible reflexionar y analizar cómo se está comportando el virus en otras regiones del mundo.
Bélgica, uno de los países que hasta el 16 de noviembre tenía un 74,2 % de su población vacunada, a mediados de octubre comenzó a registrar un aumento en el número de nuevos casos diarios.
Pese a esto, el comisario para la lucha contra el covid-19 en ese país, Pedro Falcon, afirmó en una rueda de prensa que la vacunación allí ha podido evitar en un 90 % las hospitalizaciones por SARS-CoV-2, que la gran mayoría de las personas ingresadas no estaban vacunadas y que el impacto actual en las muertes es menor que el evidenciado en las dos primeras oleadas. No obstante, a día de hoy, el país contempla retomar medidas como el teletrabajo obligatorio.
En Colombia, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Salud, de los 13.933 casos activos hasta el 17 de noviembre, un 1,6 % se encontraba en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Para el caso de Antioquia la cifra es menor: 0,06 %.
El grupo poblacional que más ha nutrido ese porcentaje en el departamento es el de 60 a 79 años. En ese sentido, recuerde que el covid-19 afecta en mayor medida a las personas adultas, con enfermedades previas (que suelen agudizarse en esos rangos de edad) y que los títulos de anticuerpos caen conforme pasan los meses. “Las personas de 70 a 79 años siguen siendo las que enferman con mayor gravedad, por eso hay que protegerlas más con vacunación y más rapido”, dice Gómez y añade que con base en eso fue que se habilitó también para ellas la dosis de refuerzo, que desde hoy se amplió para los mayores de 50 años (ver Para saber más).
El panorama puede cambiar por varios motivos, dice Gómez. Uno de ellos es un posible estancamiento en el Plan Nacional de Vacunación y la circulación de nuevas variantes que impacten significativamente. “El contacto entre personas sigue siendo uno de los factores más significativos de contagio, por eso además de la vacunación es importante sumar esfuerzos”, concluye. La adopción del distanciamiento físico, el uso de tapabocas y el lavado de manos siguen siendo claves.
¿Y Colombia qué?
Con un panorama similar, sigue a la expectativa de la que sería su cuarta ola. La curva, igual que la global, se eleva con cautela. De alrededor de 1.500 casos nuevos que se venían registrando desde la caída del último pico (desde inicios de septiembre) se ha vuelto a sobrepasar la cifra de 2.000 casos nuevos diarios.
Las medidas, si bien no extremas todavía, llaman a la cautela, y a recordar que el covid todavía existe: desde el 16 de noviembre se exige carnet de vacunación para cualquier evento que implique aglomeración. Lo piden en restaurantes, cines, teatros, conciertos, bares, estadios. Y desde ayer se anunció que para los funcionarios públicos será obligatorio el certificado de vacunación para ir a trabajar. Estas medidas se toman para estimular la vacunación y cumplir la meta del 70 % de la población vacunada para el final de año.
Además, hasta el 16 de noviembre, un 45,8 % el total de habitantes (menos de la mitad) tenía su esquema de vacunación completo. No obstante, el 97,0 % de los casos detectados se encuentran en un estado de enfermedad leve y solo un 2,5 % fallecen.
En este orden de ideas, los nuevos picos en el país podrían darse, pero con una velocidad cada vez menor, señala Gómez. “El próximo podría ser más pequeño, pero también más lento y quizá más prolongado”, más otro matiz: sigue existiendo el riesgo de morir, “como se ha visto ya en otros países, sobre todo entre la población no vacunada”.7,4 es la positividad actual en el país, lo que quiere decir que de cada 100 pruebas hechas, 7 son positivas.
CONTEXTO DE LA NOTICIA
ANTECEDENTESINTERVALO PARA LA DOSIS DE REFUERZO
La aplicación de la dosis de refuerzo está indicada para mínimo seis meses después de haber completado el esquema de vacunación. Los tiempos son establecidos, explica Carlos Aníbal Restrepo, PhD en Ciencias de la Salud y docente de la Universidad CES, para que haya una respuesta inmunológica óptima. “Tenemos los suficientes estudios para saber cuándo volvemos a estar propensos a una infección muy sintomática, es decir, cuando bajan los títulos de anticuerpos: a los seis meses”. Hacerlo antes del tiempo sugerido, añade, no implicaría necesariamente tener efectos adversos, probablemente solo habría mayor sintomatología asociada. Hasta el 16 de noviembre, 652.123 personas habían recibido su inoculación adicional en el país.
Articulos relacionados
-
Lanzamiento de SpaceX y la NASA: 10 claves sobre la histórica misión de la cápsula Crew Dragon que abre la era de los viajes comerciales al espacio27/05/2020
-
Ya salieron a la luz los correos privados de Hillary Clinton: Esto es lo que dicen y cómo nos afecta (+DETALLES)02/06/2020
-
5 lecciones de emprendimiento de Elon Musk, el creador de Tesla y SpaceX03/06/2020