Perros policías: La verdad detrás de su olfato
Las noticias están repletas de historias protagonizadas por perros de búsqueda y rescate que encuentran personas desaparecidas, de perros que detectan drogas y dólares, los que identifican a sospechosos. Pero, ¿qué tan fiable es su olfato? Quizá la primera vez que la policía utilizó un perro para apoyar su labor investigativa fue en 1977 en la ciudad estadounidense Albany, Nueva York. Ese año un perro llamado Crow entró al campo de juego de un estadio, olió unos trapos ensangrentados, y orinó en la pierna de Lemuel Smith, un hombre que estaba junto a otros cuatro. El trapo contenía una mancha de heces del sospechoso de un asesintato.
Desde entonces, pareciera que la policía empezó a tomar más enserio al olfato del perro, y utilizó la aparente coincidencia de orina sobre la pierna de Smith como palanca para presionarlo psicológicamente, ahora su principal sospechoso, y convertir una acusación en una confesión. Smith terminó siendo condenado.